Los inquilinos ponen en la balanza los gastos que implica mudarse. En función de eso, la mayoría opta por quedarse, a pesar de lo que dictamina la nueva ley.
En este sentido, José Di Giorno, titular de JDG Inmobiliaria, señala: «En líneas generales, los contratos se renuevan en su mayoría. Los que no lo hacen es porque se vuelven a sus hogares paternos, o entre varios comparten gastos y alquilan un nuevo inmueble más grande, entre otras situaciones particulares».
En la misma línea, Paola Oroney Fay, titular de la inmobiliaria Oronel Fay, completa: «Muchos renuevan considerando que de otro modo tienen la mudanza, la entrega de la propiedad y demás gastos que implica cambiar de inmueble, por lo que optan por renovar. En otros casos, se encuentran con que la renovación tiene un costo superior al de una propiedad desocupada, con un poco más de comodidades; entonces, optan por mudarse».
En segundo plano
Las nuevas disposiciones en el mercado de alquileres (Ley 27.551) establecen extender el plazo de contrato de locación de dos a tres años y el ajuste anual según el índice establecido por el Banco Central, entre otras cuestiones.
Aún así, los inquilinos deciden renovar, porque hay una cuestión que maneja al mercado: el stock. Si bien la normativa que entró en vigencia en julio de 2020 no alteró demasiado a la demanda, en el plano de la oferta la desestabilizó, ya que muchos propietarios optaron por volcar sus unidades a la venta.
Al respecto, dice Di Giorno: “En este momento hay pocas opciones para alquilar, porque no hay productos; al menos en la zona que operamos (la norte) hay muy pocos productos disponibles”.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el mercado inmobiliario transita un período de reacomodamiento. Por eso, propietarios e inquilinos definen acuerdos particulares y beneficiosos para ambos. En esa línea Oronel Fay asiente: “Depende de cada caso y la empatía de las partes. La realidad es que se logran acuerdos y se sigue adelante con las relaciones contractuales vigente”.
Los consultados afirman que en el contexto actual, con un mercado de alquileres desequilibrado (poca oferta y mucha demanda), el esfuerzo también se enfoca en hablar con los propietarios para que no retiren sus inmuebles y sigan adelante con los alquileres, ya que continúa la actitud de algunos de ponerlos a la venta a precios superiores, y en consecuencia los tienen “congelados” sin posibilidad de movilizar ese capital. En resumen, la necesidad habitacional que existe en la ciudad de Córdoba sigue dinamizando el mercado de alquileres, que resiste los efectos de la nueva ley y la coyuntura derivada de la crisis sanitaria y económica.
«Siempre es conveniente renovar, sobre todo considerando los gastos que implica mudarse y comenzar un nuevo contrato», señala José Di Giorno (titular de JDG Inmobiliaria).